[:es]Como ya os avanzamos en nuestro blog, en Palacio de Canedo estamos viviendo uno de los momentos más especiales para una bodega: la vendimia. La recogida de la uva marca el final del largo proceso de cuidado de viñedo y maduración del fruto y señala el inicio de otro punto de actividad apasionante en una bodega: la elaboración del vino. Es por eso que el de la vendimia es un momento de máxima actividad y especial mimo en los viñedos que rodean Palacio de Canedo.
Este año hemos dado el pistoletazo de salida a la vendimia en El Bierzo, comenzando el 28 de agosto, lo que para nosotros es una fecha que entra dentro de la normalidad. La fecha en la que se inicia el proceso de recolección de la uva está íntimamente ligada, como muchos aspectos dentro del ciclo de vida del viñedo, con la climatología. Así, tal y como señala nuestro enólogo José Manuel Ferreira, “la planta tiene un pequeño reloj que acumula los grados de temperatura y que va registrando subidas de temperatura, brotando antes o después. Eso es lo que marcará principalmente que la vendimia sea más o menos tardía”.
En Palacio de Canedo empezamos a vendimiar la uva que se destina para la elaboración de nuestros vinos bases, con los que después elaborar el espumoso Xamprada. Después, llega el turno, ya entrado septiembre, de recoger la variedad blanca Godello, para finalizar con la recolección de la tinta Mencía.
Tras elegir cuidadosamente y recoger uno a uno los racimos en viñedo, la uva se traslada a bodega y pasa a una mesa de selección en la que va avanzando en dirección a la despalilladora que, mecánicamente, deshecha el raspón, la parte leñosa del racimo. Tras el paso por la estrujadora que ayuda a liberar el mosto, la pasta resultante de pieles, pepitas y mosto, se conduce a un depósito para ser fermentada. Ahí empieza la magia que, controlada y medida por el enólogo, dará lugar a nuestros reconocidos vinos, sin adición de ningún agente artificial, solo con las reacciones que provocan las levaduras naturales.
Viñedo ecológico y recogida manual
En el primer párrafo de este texto nos referíamos al especial mimo que poníamos en época de vendimia. Este cuidado se traslada en su máxima expresión en la recogida que realizamos de lauva, íntegramente manual. Uno de los beneficios que presenta este tipo de recolección es que, ya en la cepa, nos permite llevar a cabo una selección de los racimos que una máquina no puede discriminar. “Tenemos un viñedo altamente heterogéneo y hay parcelas que se vendimian en dos o tres pases sucesivos, con lo cual hacemos una primera selección de los racimos que nos valen y dejamos madurar los que aún no están para volver a pasar. Además, el estado sanitario se selecciona mucho a la hora de recolectar la uva y el vendimiador tiene que fijarse en el racimo que está en buen estado y el que no desecharlo”, señala Ferreira.
Pero además, los viñedos de Palacio de Canedo son, en su integridad, ecológicos. Y es que, la filosofía de respeto por la naturaleza que siempre ha guiado a Prada también está presente en las viñas, tal y como explica Ferreira: “tenemos que pensar que, al fin y al cabo, estamos de prestado y debemos de dejar esto tan bien como lo hemos encontrado”. Y, frente a la merma de cantidad en la cosecha y el riesgo de enfermedades que conlleva este tipo de viñedos, encontramos una mayor calidad en el fruto, una uva mucho más saludable y unas fermentaciones en bodega más sencillas.
En definitiva, tanto las temperaturas y condiciones climatológicas como la propia materia prima que encontramos en nuestros viñedos, permiten a nuestro enólogo predecir una añada del 2019 que “apunta muy buenas maneras”.[:]