Vivimos en una época en la se multiplican y viralizan los mensajes a favor de la naturaleza y en contra de las acciones que propician el cambio climático y la destrucción del medio natural. Hoy en día, casi todo el mundo es consciente de la importancia que tiene cuidar nuestro planeta, pero hace décadas solo unos pocos eran defensores activos del medio ambiente. Prada fue uno de ellos, y lo sigue siendo. Lo demostró con hechos.
Queremos contaros algo que sucedió a principios de los años 90. Cuando Prada visitó la localidad de Piornedo, un pueblo gallego cercano a la comarca berciana, se quedó asombrado, u horrorizado mejor dicho, cuando observó la cantidad de basura y desperdicios que se acumulaban en las cunetas. Por supuesto, decidió actuar y, acompañado de una serie de amigos y empleados que quisieron acompañarle, regresó y comenzaron a limpiar los plásticos, latas, papeles y otros materiales no degradables que se amontonaban, contaminando el entorno natural del pueblo. Algunos vecinos de Piornedo también se sumaron a la acción y comenzaron a limpiar las calles que recorrían cada día. Por aquel entonces, el tema medioambiental era realmente secundario, pero Prada dio una auténtica lección de civismo y de respeto a la naturaleza con esta jornada de trabajo voluntario. Con estas palabras, escritas desde la rabia pero también desde la esperanza, quiso expresar lo que sentía en aquellos momentos:
“Lo que quiero decir con estas mis amargas quejas es que El Bierzo se nos va de las manos, y después no hay vuelta de hoja. Aunque nos duela y os cueste esfuerzo y sacrifico debemos concienciarnos y sacar hacia adelante este trozo de tierra que, a pesar de los pesares y de nosotros mismos, siempre será única y diferente. Soy optimista con el futuro de El Bierzo y de León. ¡Somos los mejores!”
Con sus palabras y, sobre todo, con sus hechos, Prada dejó muy clara una filosofía que le ha acompañado durante toda su vida. Una defensa y respeto de la naturaleza que ha marcado los 50 años de Prada A Tope. Hemos querido compartir con todos vosotros este recuerdo porque puede servir de ejemplo e inspiración para muchos de vosotros. Todos somos responsables a la hora de cuidar nuestra tierra y no pasa nada por remangarse y trabajar de forma altruista para mantenerla en las mejores condiciones. De nuestra tierra depende nuestro futuro. Cuidémosla.