[:es]Nos pasa con frecuencia. El fenómeno Prada a Tope ha transcendido las montañas de El Bierzo y nuestra filosofía, vinos y productos son conocidos en muchos lugares. Pero siempre, a pesar de contar con nuestras referencias en numerosos establecimientos que ofrecen nuestros productos, el embrión, la clave, el centro de todo el fenómeno Prada a Tope tiene un nombre y una ubicación: Canedo.
A lo largo de estos años todo el fenómeno turístico, agroalimentario y cultural que originó Prada tiene un rotundo epicentro geográfico: Canedo, el Palacio de Canedo. En el término municipal de Arganza, en la ladera norte de la olla berciana se concentra el espíritu de nuestra filosofía de trabajo, nuestros criterios a la hora de elaborar y transformar los productos alimentarios que elaboramos y nuestra manera de entender una atención al comensal, al cliente y al huésped desde un escenario respetuoso con la arquitectura, con la naturaleza, con lo rústico, pero siempre sin olvidar la premisa fundamental que supone una apuesta por la calidad y la comodidad.
En Canedo ocurre todo. En Canedo, en la bodega, en el hotel, en la posada, en el restaurante, en las viñas que nos rodean, en la empresa de transformación. En nuestro museo. La vida transcurre en Canedo…
Desde nuestra situación geográfica privilegiada, seguimos defendiendo el espíritu de Prada a Tope, que se plasma en el Palacio de Canedo con la mayor rotundidad. Por cierto, Prada muchas veces recuerda aquellos orígenes de un viejo palacio en ruinas que fue habitado y que decidió rehabilitar desde el más absoluto respeto al edificio y a sus moradores, respetando la mampostería, la pizarra de los tejados, el armazón y la viguería de madera en el interior y hasta, de alguna manera, los duendes. Tanto es así que una de las habitaciones de la posada Palacio de Canedo, la número 8 concretamente, la denominada de El Palomar, está dedicada a la que fuera señora del Palacio en el siglo XVIII María Sánchez de Ulloa.
No cabe duda de que el Palacio de Canedo, su entorno privilegiado y la naturaleza que lo rodea y que cuidamos cada día del año acogen y representan a la perfección la filosofía que desde Prada a Tope defendemos. Tradición berciana, respeto por el producto y cuidado y amor por la madre Tierra que nos vio nacer.
Prada a Tope solo hay uno y está en Palacio de Canedo.[:]