Actualmente estamos llevando a cabo una de las prácticas culturales más importantes en los viñedos que rodean Palacio de Canedo: la poda de invierno. Esta poda, que también se conoce con el nombre de poda en seco, es un proceso por el cual se realizan cortes en la planta para definir las yemas necesarias y, por tanto, la distribución con la que crecerán los racimos. Es muy importante que estos cortes se lleven a cabo en invierno, cuando la planta tiene todas sus reservas en las raíces y, por tanto, no sufre.
Los viñedos de Prada del Palacio de Canedo, esos de los que salen las uvas con los que elaboramos nuestros vinos, están zonificados en su totalidad, lo que nos permite conocer las necesidades que tienen las diferentes parcelas. Esto es también muy positivo a la hora de realizar la poda, tal y como afirma José Manuel Ferreira, enólogo de Prada A Tope, que explica que en la poda “es cuando tenemos que corregir lo que hemos visto durante el año”. “Al vinificar por separado vamos viendo un poco las necesidades de cada parcela”, señala Ferreira. Con estas premisas en mente, a la hora de podar, “vamos tratando de integrar la planta con el medio, adaptando su fortaleza y teniendo en cuenta las necesidades de los vinos”, indica. Y es que, como os indicábamos, con la poda decidimos la carga que tendrá cada cepa lo que, tal y como indica José Manuel Ferreira “va a redundar en las posibilidades de maduración y en las concentraciones que puedan tener los vinos”.
Eso sí, es importante tener en cuenta que cada planta es individual y así tenemos que tratarla, aunque se encuentre junto a otras dentro de una parcela. “Aunque tenga el mismo patrón o, aunque esté en el mismo suelo, cada una se habrá adaptado de una forma. Siempre hay que entrar a interpretar cada planta dentro de las premisas comunes de la parcela, pero debemos de enjuiciarla una a una. No podemos dejar la misma carga a una planta que no tiene fuerza a otra que sí la tiene, por mucho que hayamos dado una pauta de dejar más carga en poda”.
Además, cabe señalar que en Palacio de Canedo llevamos a cabo la poda de manera manual, valiéndonos únicamente de “tijeras, gomas de atar y serrucho”, tal y como afirma José Manuel Ferreira. A la hora de hacer los cortes, además de tener en cuenta la distribución de racimos buscada, es muy importante que respeten “la carrera de los verdes”, es decir, “buscar que el flujo de savia sea lo más limpio posible y no entorpecer”. En definitiva, “mimar cada planta para que después sea capaz de dar lo mejor de sí misma”, concluye el enólogo.
Como veis, a la hora de realizar la poda de invierno, también tenemos muy presente la filosofía Prada de amor y respeto por la naturaleza. Como no podía ser de otra manera… ¡A Tope!